La historia de las huelgas generales en España ha variado desde que se concebió tal término por primera vez en 1988. Superando el miedo de utilizar la expresión, que provenía del imaginario maxista, los españoles demostraron que aquellos fantasmas ue aconsejaban también no legalizar al partido comunista se habían evaporado para siempre. Millones de trabajadores pararon, y se echaron a la calle para demostrar al gobierno su desacuerdo con una bochornosa reforma laboral. Era la forma de decir basta a la política.
Pero hoy en día tomar el pulso a los ciudadanos es más complicado. Ya no vale el clásico recuento que los políticos se echan en cara a través de sus medios afines. Hay que bucear en las redes sociales para encontrar el punto exacto en el que se encuentra el cabreo generalizado.
Hay infinitas maneras en las que la gente secunda o no la huelga en las redes sociales. Desde un clásico blog, pasando por twitter y llegando hasta crowdmap, un lugar en el que se localizan las personas ue se sumaron a la huelga.
Pero la estrella sin duda es facebook. Esta red social es actualmente la que toma el pulso de las relaciones entre internautas. El grupo que más seguidores consiguió fue «Huelga General ya en España. Uniros todos y pasarlos«, con más de 60.000 personas. También hubo grupos en contra de la huelga, aunque a duras penas superaban el millar de seguidores. Sin embargo las redes sociales daban a oportunidad de situarse en una tercera vía. Así surgen numerosos grupos en contra de Zapatero y, sobre todo, en contra de los sindicatos. con 1.500 seguidores se situa»Huelga general contra los sindicatos, los liberados y los cantmañanas».
Para azuzar a las masas, muchos son los recursos que se utilizan. Caricaturas, gráficos
e incluso videos en los que se enseñan las manifestaciones que tuvieron lugar en las diferentes partes de españa
Lo que está claro es que las redes sociales no son pasto de cultivo para las organizaciones oficiales. Las páginas creadas por algún sindicato no spueraban, casi en ningún caso, los mil seguidores. Y es que parece que los ciudadanos han encontrado un mundo en el que es mucho más complicada la contaminación institucional de los cauces comunicativos. Quien sabe, quizá la próxima movilización no la convoquen los sindicatos.
Tratamiento de la informacion en red 
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