Hace diez años sería impensable que un chaval de 26 años, creador de una aplicación para Internet, apareciese en la portada de TIME elegido como persona del año. Un joven de aspecto normal que ha cambiado la forma de relacionarse de millones de personas en todo el mundo. Es Mark Zuckerber, creador de Facebook. La elección ha levantado ampollas. Zurckerberg habría tenido un respaldo casi unánime de no haber sido por haberse clasificado en décimo lugar en la preferencia entre sus lectores. ¿Por qué entonces, en uno de los años más difíciles para la red social, se elige a su creador como personaje del año?
Esta es una de las consecuencias de esta revuelta comunicativa, que el peso que tiene el lector en la generación de noticias ha crecido tanto que ahora se vuelve en contra de la manipulación.
La persona más votada fue Julian Assange, creador de Wikileaks y muy cerca de ser proclamado mártir por las revelaciones de las atrocidades de los mandamases del planeta. Sin embargo la publicación no ha considerado oportuno o no se ha atrevido hacer caso a sus lectores, y a optado por lo políticamente correcto. Siempre ha sido mejor visto en la sociedad americana un triunfador en los negocios que a un molesto investigador.
La polémica está servida. ¿Por qué el personaje del año para esta revista, que ha calificado la noticia de wikileaks como la segunda más importante de 2010, no ha hecho caso de sus lectores –y, añado yo, del sentido común periodístico- y se ha olvidado de Assange? Evidentemente muchos apuntan hacia una censura, o bien desde fuera, o bien desde la propia TIME. Sin embargo, también hay gente que apoya a Zurckerberg, afirmando que en este caso el mercado (por facebook) ha superado a la revolución.
En el propio Facebook, existe una polémica acerca de la elección. Por un lado, existen grupos que apoyan al australiano, incluso siendo críticos con TIME. También piden al propio Zuckerberg que le dé el premio a Assange. Veremos si el joven de la camiseta accede a los deseos de este grupo. Es curioso que te digan en tu casa lo que tienes que hacer. Pero de momento, no existe la censura en el invento del premiado.
Lo que existe ya existe en la sociedad americana es un debate queha pasado la frontera del mero galardón. Desde el blog más insignificante a la prestigiosa Forbes. Todos se hacen la misma pregunta. ¿Debería haber sido Assange el premiado?